Y en un solo instante todo cambia. Dejamos el pasado atrás y aceleramos a lo desconocido, nuestro futuro. Nos disponemos hacia lugares muy lejanos para encontrarnos a nosotros mismo. O para perdernos a nosotros mismos explorando placeres cerca de casa. El problema empieza cuando nos negamos a los cambios y nos amarramos a los viejos hábitos. Pero si nos aferramos demasiado al pasado, el futuro podría nunca llegar.
Me encantó la entrada, me llegué a sentir identificada con algunas partecitas. Muy lindo el blog, suerte! Te sigo :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias! en serio, valoro mucho tu comentario. Me alegro, yo también te sigo. :)
ResponderEliminar