Debes soñar hasta llegar, resistir a la muerte después de intentar. Todo lo que has intentado fue de alguna forma útil para tu futuro. Llegaste muy lejos para estar donde estas hoy, aquí, cerca de ser y hacer para lo que naciste. Personas se interpondrán en tu camino, enemigos ganarás más que amigos. Tu mundo puede ser lo que tu crees que es capaz de ser. Y si te caes otra vez, recuerda que para levantarte solo una persona fuerte lo hace, y esa serás tú.

Nunca sabes a quién te vas a encontrar por el camino. ¿Quién sabe? Quizá los cuentos de hadas se hacen realidad después de todo. Con quién viajarás puede ser más importante que tu propio destino. Y nunca lo olvides, el destino esta lleno de sorpresas.

Y en un solo instante todo cambia. Dejamos el pasado atrás y aceleramos a lo desconocido, nuestro futuro. Nos disponemos hacia lugares muy lejanos para encontrarnos a nosotros mismo. O para perdernos a nosotros mismos explorando placeres cerca de casa. El problema empieza cuando nos negamos a los cambios y nos amarramos a los viejos hábitos. Pero si nos aferramos demasiado al pasado, el futuro podría nunca llegar.